lunes, 1 de junio de 2009

Maldita Candy

Uuuuhh, el amor, que tema más bonitamente-complicado. Para mi, (como contribuyente femenino del blogk) costó encarrilarme en este aspecto, por varios factores que no detallaré ahora, pero que al fin y al cabo se transformaron en verdaderas limitantes. Recuerdo que iba en séptimo básico cuando apareció. Debía una prueba y mi profe se la tomaría en mi curso, en mi sala, en mi fila, dos puestos delante mio. Nunca lo había visto, ni en los pasillos, ni el kiosko, ni en el recreo, ni en los actos, ni en ningún lugar o evento de mi colegio. Esa fue la primera vez que me gustó alguien. Era raro lo que sentía, porque por una parte era tan bonita esa sensación (tan bullada) de las maripositas, del ruborizante-rojo en tus mejillas, y por otra no quería sentirlo, ya que tenía hasta ese minuto una promesa conmigo misma de nunca ceder en ese aspecto, que nunca debía pololear, por una autoconcepción muy negativa del género masculino (que tampoco detallaré el por qué) ... En fin, fue más fuerte que yo. No tenía idea como se llamaba, así que lo denominé de varias maneras. Me parecía graciosa su manera de caminar, me gustaba como se expresaba, intuía que como yo también era muy tímido. Era de agradable parecer, por lo cual imaginaba que tenía detrás suyo a todo el lolerío. Era tan parecido al Terry de Candy o al Celly de Angel la niña de las flores ... he ahí el problema. Como no tenía un patrón, una experiencia de referencia, pensé que todos los niños iban a actuar como estos protagonistas del animé japonés, con todo el sentido romanticón y caballerístico que esas series proponían. Error. Fue complicado romper con esa estructura que uno se arma de los chiquillos, creo que a varias lolitas de mi generación les pasa lo mismo, tenemos súper arraigada la imagen del príncipe azul, el que no se equivoca, que siempre es caballero, que por nada del mundo te haría daño... cosa que se derrumba cuando comienzas una relación amorosa, en donde te das cuenta que los chiquillos si se equivocan (igual que tú), que no son súper-hombres y que les cuesta ser caballeros. Por eso Candy: ¡BUUUUH para ti! por formar en nosotras esa concepción tan errada de la humanidad varonil. Edward Cullen no existe.

7 comentarios:

  1. Oye Tutronio, está rarita esta configuración, no me acepta los espacios...
    Así que quedó todo pegoteado y 0 separación de temas...
    Me postearé a mi misma porque sólo a mi me ha pasado :P


    Me quiero

    Muaahaha
    Los quiero brodas!

    Rosario Wely Central

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  2. Jajajajajajaja!!!!!!!!

    Si fuera por eso... entonces nosotros los hombres le gritaríamos abucheadas a más de una niña de las caricaturas infantiles!!!!

    pero weno, debo decir que esas imágenes tbn fueron fuertes en mi, pero se caueron mucho antes de conocer a la Michelle... fue cuando mis amigos me contaban como eran la cosas en realidad.

    Gran bendición tener a gente que pasa por las cosas antes que tú, te ahorra más de un porrazo!!

    Muchos cariños, y DLB chikillos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  3. para que no reclames que nadie te postea, ñeñeñeñe

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  4. WELY!!! Nunca había pensado en esto de los príncipes azules….. (la verdad es que no viví tan influenciada por Candy, ni la conozco mucho!) pero me parece un análisis interesante… este conceptos de príncipe azul con el cual parece que nacemos las mujeres niñitas que hacemos pipi sentadas….mmmmm pienso en las caricaturas y sólo he tenido Pedros en mi vida (como el amigo de Heidi) y no he necesitado otra cosa, hasta ahora todos mis Pedros han sido perfectos y diferenciales, por lo que los puedo considerar como príncipes azules en potencia, defectuosos y desatinados pero entretenidos y compartevidas…. Jajaja si algún día me decepciono con un príncipe te cuento.

    CARIÑITOS!!

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  5. Candy... En realidad nunca la vi mucho. Debo reconocer que me daba un poquito de vergüenza que me pudieran identificar como alguien que ve monitos de niñita mujer que hace pipí sentada...
    En cuanto a lo de los romances (o no romances, porque a veces suceden en la cabeza de uno no más) de niños menores de 18, es necesario que todas las niñitas mujeres [...] sepan lo siguiente... Los niños están saliendo de la etapa en que no querían ser como ustedes, no saben como tratarlas más que tirándoles el pelo o poniéndoles chicles en el delantal... Es la forma que los niñitos de esa edad tenemos para darles a entender que estamos interesados en ustedes... (Lo que no quita que hayan niñitos cuyo carnet los acusa de tener más de 18...)
    En cuanto a lo del príncipe azul (o verde, a esa edad)... ¿es posible que las pequeñitas de hoy sean como las de nuestra generación? ¿Estarán a la espera de ese ser con la piel de ese color tan enfermizo para la piel de un ser humano? Hay tradiciones que apuntan al celeste o al azul como un color divino, porque lo relacionan con el cielo (¿porqué a las niñitas con el rosado?)...
    Muchas interrogantes por responder... Creo que me estoy dando cuenta que soy de los 90... Lo cual no podía encontrar en mi...

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  6. En realidá tiré el carné!
    Te entiendo Dani, tu eres una beibi, te acuerdas de lo que hablamos de que sentía que todos eran más chiggos que yo!
    Jajajajaja!!!

    Los quiero!

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  7. ajajajaj

    qué querís que te diga po wela

    un Feibian

    saaaaltaaaa weeeeelyy!!

    jajajajaj

    Hay que tener ojo que la tele vende lo que no es real...

    en fin

    no ando muy ocurrente.

    Saludos!!

    Jaime.

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