viernes, 11 de septiembre de 2009

Lonely heart club

No sé cómo empezar... Diré que la conocí sólo cuando ella me lo permitió, de otra forma no fué... Amable, sencilla, risueña, muy capaz, aunque no lo admitía. Me cambió la sola percepción acerca de su belleza exterior, su mundo interior era mucho más cautivador... Era casi perfecta, antes me había pasado que conocí a una mujer maravillosa, pero con la que jamás podríamos haber estado juntos... Yo la amé, la amé hasta el punto de confesarle que era la preferida de todas las que he conocido a la fecha. Incluso de hacerle saber que yo no me intereso en acercarme a ella sin que ella no lo quiera, porque no le interesaba entablar una nueva relación. De todas formas pasó el tiempo, algo que le empezó a escasearle, así que me fué difícil encontrarmela por algún tiempo, pero no fué lo único que pasó en ese tiempo... Sabía desde un principio que no me amaba, pero hay algunas personas que proponen el enamoramiento o la conquista como posibles... Esto lo esperé, hasta que algo mató la ilusión: se puso a pololear con un chiquillo. De él no hablaré... La situación en que me encontré luego no fué muy agradable. Tuve que cargar con un cierto sentimiento de perdedor, de alquien engañado, aún cuando no teniamos más que una amistad... Pero lo peor era que tenía una estúpida esperanza alojada en mi corazón, esa que te hace estar pendiente de no se qué cosa con tal de continuar con el día a día, pensando que ella es el motor de tu vida... Cuando entendí que no cambiaría esa situación, intenté olvidarla. No resulta así de fácil... Que molesto es cuando tienes un cuerpo, una mente que no responden a lo que tu quieres proponer razonablemente... Comprendí que ese camino no me llevaría a ninguna parte, así que busqué una vía que aún hasta entonces era desconocida: traté de odiarla... Si, eso mismo, quería odiar a quella mujer que deshecho todo lo bello, todo lo hermoso que se colocó en mi corazón por causa de ella. Destrozó toda ilusión con su decisión, por lo que yo no tengo motivos para reprocharle, es su decisión, pero es algo necesario si quiero odiarla. Fracasé otra vez... Si en algún momento me necesitó, creo que ya no me necesita, lo ha demostrado en variadas ocasiones... Igual la ayudaré cuando requiera mi ayuda, sigo siendo su amigo, pero las cosas han cambiado, dudo si alguna vez me necesitó... De todas formas no creo que lo haga... Por último, sólo terminaré diciendo que no he conocido todavía alguien que encuentre más maravilloso que ella, pero no pierdo la esperanza (cuando esta esperanza no va supeditada a la decisión de ella, se puede tener esperanza)... Dicen que sólo a quien se ama o se ha amado es capaz de odiarsele, puede ser cierto. Pero yo no pude... No puedo decir que te odio, a mis amigos no los odio... Lo más cierto que puedo hacer y más cercano a la realidad es que nunca dejé de amarte, aún cuando pensé que si (pero ya no es lo mismo, por lo menos no de esa manera ingenua de antes, casi incondicional)...

lunes, 3 de agosto de 2009

¡¡Basta de idealización!!

Debo reconocer que esto lo escribí hace algunas semanas atrás cuando estaba lejos de la capital, pero aún no tenía ganas suficientes de publicarlo, pero hoy, especialmente hoy cuando me angustia mi cobardía deseo cerrar ese largo pasaje de mi vida, para dar absoluta cabida a lo que estoy sintiendo, incomparable a nada ni nadie… este personaje que hoy se plasma en esta historia quedará nuevamente guardado y creo que para siempre.

“Ella” no podía estar sin encantarse con la perfecta sonrisa especial de dientes algo chuecos en la mandíbula inferior que le hacían sentir sonidos de mandolina en su garganta, indiscutiblemente parecía ser la encarnación de Ben Hur… guapo, hipnotizador, demasiado fascinante… para "ella”.

Por otra parte “él” tenía ese afán de quererla, de mostrar preocupación en sus decisiones, aciertos y errores, de respetarla con la distancia suficiente para no embriagarse de respiración. “Ella” creció dejándose sorprender con aquellos detalles que probablemente “él” no preparaba con la finalidad de encantarla, pero los globos, los consejos, los regaños, las miradas y esas dosis de sonrisas (sólo comparables a la de Shane West, en “Un paseo para recordar”) no hacían más que intoxicarla de amor.

Siempre poeta, encerrada en sus cuentos de idealización y en su búsqueda constante del soneto perfecto hacían de cada conversación un azul y escarchado tesoro.

Después de algunas reuniones(donde “ella” no podía dejar de mirar el cuello esplendoroso de quien estaba a la distancia perfecta para notar detalles que sólo en algunos varones se suele notar) la llevaba a casa, y como en una época olvidada por los jóvenes actuales, bajaba antes que “ella” para recibirla como si una dama bajase de su carruaje… si lo miramos de lejos podemos ver a un joven avergonzado que no desea desaprovechar la cercanía necesaria para abrazar a una muchacha más bien despreocupada de vestir como princesa, las zapatillas con falda y polerón igual se ven bien para su percepción… -si cerramos los ojos e intentamos sentir lo que esta pasando, todos notaremos que “ella” encontró un nuevo verso para su creación-...

A pesar de la existencia de este varón idealizado (o mejor dicho enchulado o emperifollado), ella igual se encantó de otros muchachos, sin embargo, cualquiera quedaba de lado cuando lo veía; podemos decir que “él” era un mar donde finalmente desembocaba cualquier riachuelo de apego que intentaba fluir en otra dirección.

¿Pero que sucede cuando en nuestra vida existe un AMOR superior a cualquier idealización? Un compromiso de Amor que nos pide una demostración tangible de fidelidad. Creo que cuando te has dejado llevar por su voluntad, es Él quien finalmente toma el control. “Ella” en obediencia a su Amado Eterno tuvo que viajar muy distante de aquel varón con morisqueta amable, pero como cualquier boba mortal no olvidó empacar un recuerdo imborrable de su amor.

Ya lejos no podía dejar de anhelar un reencuentro y cuando este ocurría empezar a soñar con uno futuro, pero las lagrimas poco a poco empezaron a extinguirse y el corazón a apasionarse (de una manera inexpresable) de aquel Amado que llegó en el momento preciso para marcar un limite entre lo terrenal con lo Real.

Ya son casi 2 años a la distancia

Pero 2555 días de ilusión no se olvidan tan fácilmente…

Hoy, “ella” le ha visto nuevamente…

Recibe su saludo, su expresión de alegría, su caballerosidad…

Pero…

No tengo el deseo suficiente para dejar que “ella” regrese…

No quiero abrazarlo…

No quiero extasiarme con su respiración…

La distancia me ha entregado el valor de aquella Pasión que no necesita ser perfeccionada ya que lo es infinitamente.

Y ya que el corazón ha sido clausurado por más de un año para poder exterminar por completo la idealización… puedo lentamente atreverme a crear nuevos cuentos tan malos y reales como este blog, permitiéndome de vez en cuando (sólo cuando viajo a mi buen y romántico San Carlos) mirar esos dientes que me encanta sabiendo que no tendré su sonrisa todo el día en mi mente.

miércoles, 15 de julio de 2009

All my loving

Es extraño que estos días me haya sentido como con una interminable patada en la guata. De verdad que ahora no sé por qué me siento mejor... Una de las cosas que me encanta es la música, como muchos de ustedes saben, tal vez alguna cancioncilla me haya reanimado... Me costó, pero al parecer esa mujer ya ha pasado de mí, sin embargo se llevó algunas cosas. Finalmente debo decir que fuí incapaz de reemplazar su presencia, pero ahora busco otras cosas, y ya no esperaré más como solía hacerlo... Hasta le había dedicado una canción en la que prometía esperarla, cosa que ya no pienso hacer, porque simplemente comprendo que hay cosas que nunca serán, y que yo soy una de esas cosas en la vida de ella... A veces las personas no nos damos cuenta de que nos involucramos más de la cuenta con cosas o personas, perdiendo la brújula, engañándonos, desconociendo los tiempos y las razones. Eso lo aprendí hoy en una conversación con un amigo. The Beatles forma parte de las bandas favoritas de mi vida. Un amigo de la infancia era un tremendo fanático de ellos, que no comprendí en su momento, pero ahora lo recuerdo con cariño y mucho respeto... Como dice la letra de este temita me siento hoy, con algo de temor en lo que vendrá, pero tengo esperanzas de que lo que vendrá será bueno... Para finalizar agregaré que esta pelicula, aunque dudé de su calidad, terminó por vencerme, especialmente con interpretaciones como esta:

lunes, 22 de junio de 2009

Un gran Chico

Hace un tiempo atrás, cuando estaba terminando mi primer año de universidad, pasó algo que me dejo deprimida. Como en el mes de Octubre de ese año, terminé mi primer pololeo y unas de las relaciones más largas y estables que tuve. Mi pololo iba terminado conmigo, después de tres año relación, de seis meses estar terminando y volviendo, después de que pensé que iba ser para siempre, y de que mi compañero de “juventud” (más que juventud de adolescencia) era el hombre que se iba a convertir en mi esposo, me terminó.
Lloré un tanto, pero no me convencí, me hice la idea que íbamos a volver, que él iba reflexionar y que realmente se iba dar cuenta que ninguna mujer en este mundo lo iba a querer más que yo, porque lo primero que le dije a él, “es que nadie en este mundo te podría querer más que yo”, fue mi primera reacción, cuando él me dijo que ya no debíamos continuar. Él, un año antes me iba dicho que nos casáramos, y rápidamente le dije que si, pero cuando tuviera 25 años o sea habría que esperar seis años más. El interés de él era que formáramos una familia, y a veces hasta el día de hoy, en los momentos de soledad, pienso que debí haberle dicho que sí. Él definitivamente no quería esperar seis años, y yo entre a la Universidad, eso empeoró los planes de ambos para que nuestro amor creciera (ese fue su argumento)
Lamenté mucho haberle dicho que esperáramos, pero a pesar de lo enamorada que estuve de él, no había paz en mi corazón con la palabra matrimonio, (pensar en centrar mi vida en casa e hijos), me daba mucho miedo, porque ni siquiera quería ser madre, no quería tener hijos de él, fue algo que él nunca me provocó, sólo quería que fuéramos los dos, pero él quería casa, estabilidad, hijos y no sólo mi amor y devoción.
Fue algo impactante nuestro romanticismo, lo pasamos muy bien, tuvimos tantos momentos gratos de compañerismo, de solo recordar, me viene una alegría.
En ese mes de Octubre pensé que iba perdido a mi gran amor, perdí mi primer amor. Fue una tremenda pena.
Mis amigos de la U, me acompañaron en ese doloroso proceso, no lloré tanto como otras veces, pero estuve nostálgica, creí que nadie más me iba a querer como él lo hizo y que la pena de la separación iba ser temporal, finalmente yo me auto convencí que volvería, y nunca fue, al cabo de dos meses empezó a salir con otra niña, cuando supe lo de la niña supe que fue el final y me fui.
La historia se ve triste, pero hay algo que me dio una esperanza y un aliento, en el mes de Noviembre de ese año. Fui a una reunión de músicos (en ese tiempo tenía un amigo músico) a una especie de café concert, ahí, se atravesó un muchacho rubio de ojos azules, con una voz al estilo chico ABC1, que me queda mirando, me saluda, y se larga a reír de la forma como comía, se ríe de mis chistes, y las tonteras que hablo, yo lo encontré atractivo. Me acuerdo, que yo fui siguiendo a mi amigo el músico, y el chico rubio me grita desde un pasillo, oye mándame tu msn!!!, yo se lo grite, y el me dijo: te conectas hoy???... si en la noche, respondí. (era día viernes). Ese día, me conecte al MSN, el me agrego y me dijo que parecía una muñeca, y después no dejo de llamarme muñeca. Yo le dije que lo encontraba atractivo, ese vienes en la noche, debo confesar que no dejaba de pensar en mi ex, no lo olvidaba y esas noches solitarias eran muy malditas, pero a través del MSN, mi pena se aliviaba un poco y dejaba de pensar por un instante en el loco que me patio. El chico rubio, me pregunto dónde vivía, yo le dije mi dirección (una tonta idea), y en 30 minutos estaba en mi casa con su auto, dimos una vuelta caminando por Gran avenida y le conté que había terminado, el me dijo: -que se notaba mi pena pero que no me preocupará que iba a pasar, me abrazó, y me besó.
Bueno, a la semana tenía al hombre perfecto en mis manos y loco por mi, rubio, ABC1, con auto, músico, chico puc, cristiano, etc…. Me invitó al cine a ver una película, justo el día en que fui a tomar ramos a la escuela de Bibliotecología, él estuvo hablando con mis profesores de a U, y creó que desde ahí que la directora de la escuela me agarró buena. Fuimos al cine a ver la película “Un Gran Chico”, me dí cuenta que él se sintió identificado con la película, porque después quedó triste, (esa tarde no me beso), pero al otro día me invitó almorzar, ahí le dije que no quería seguir, que estaba todavía con una pena en el corazón, y que no me sentía bien con él, (sentía que él no merecía que lo utilizará para olvidar a otro).
Con el chico rubio, nos hicimos amigos, (con el tiempo) aunque siempre hubo algo extraño, hasta que por otro problema, nos separamos, pero al final él encontró a la mujer de su vida, mi ex se separó de la niña, la dejó con tres hijos y ahora convive con una niña de diez años menor.
Ahora con el efecto de la madurez, la imagen del chico rubio es más potente que la de mi ex, porque él me hizo tomar una buena decisión, me respetó, todos los momentos que me entregó, lo hizo con cariño y con honestidad, no espero nada a cambio más que mi compañía y mis chistes tontos, él chico rubio tuvo muchas pololas y yo también tuve muchos pololos, me enamoré otra vez, pero el recuerdo del chico rubio tuvo un efecto sanador, su amistad y su compresión, lo hicieron así. A pesar de los errores que cometimos, por la inmadurez, lo recuerdo como alguien que me liberó de muchas cosas; prejuicios y miedos que me hicieron levantarme de la pena, a tiempo pero a pesar de eso, comprendí que sólo dependiendo de Dios podría realmente sanar ese recuerdo y eso lo debía hacer sola.
Y los momentos gratos que viví con él fue una etapa que la considero simplemente como una bendición y cada vez que veo “Un gran Chico” protagonizada por Hung Grant… lo recuerdo con una sensación de gozo y libertad... por eso que está pelicula es una de mis favoritas.
pd: algunos hechos y personajes fueron modificado para cubrir la identidad....

martes, 9 de junio de 2009

Si tú no bailas conmigo...

A esa niña no me la podía sacar de la cabeza, no podía. Esperaba que llegase el próximo día para poder verle, era muy linda, como ninguna otra que haya visto antes, porque ninguna otra me llamó la atención como ella. Me costó tanto aceptar que me gustaba, que estaba enamorado (si estaba idiotizado), que no le alcancé a decir lo que me hacía sentir. Fuí un tonto. El problema surgió cuando al otro año ella ya no estaba en el mismo colegio, se había ido. Eso me entristeció mucho, me traumó esa situación. En verdad fué horrible, pasé mucho tiempo con eso en la cabeza, pero aún así tuve la esperanza de encontrarla algún día. A veces piensan que sólo las niñas son soñadoras, a mi también me pasó, pero con un sueño que se hacía realidad en ella. Es como si ella fuese la mujer de mis sueños, pero sin que siquiera la hubiese imaginado, algo impresionante, pero cierto. Para quitarme el trauma traté de conocer a otras niñas (más no bíblicamente, jaja), aunque no dió mucho resultado en ganar alguna relación, aminoró un poco el efecto post-trauma. Pasó tiempo hasta que conocí a una niña que me gustó. No sé por qué conbozco niñas cuando no ando con ánimo de conocerles realmente, me pilla de improviso. La cosa es que me carga bailar, pero con ella la cosa es diferente: ella me hace bailar, me enseña por último, como para que la acompañe, para que esté con ella. Esos momentos son mágicos y románticos (como diría una buena amiga por ahí, jaja), es por eso que estoy aquí, porque la recuerdo con cariño y me dió alegría de compartir algo que cuando era muy pequeño disfrutaba, pero que ya no lo hago si no es con ella.

domingo, 7 de junio de 2009

Piovverà dentro a l'alta fantasía

Como segunda contribuyente femenina debo confesar lo mucho que me costó escribir algo. Debe ser por sentirme como la “Tía Daniela” después de su desilusión, o sea sin sentimientos, sin embargo con el paso de los días me he dado cuenta que lo que realmente sucedía era lo contrario…

“Era tan sabia que ningún hombre quería meterse con ella…por más que fuera hermosa como la virgen del Rosario. Daba temor quererla porque algo había en su inteligencia que sugería siempre un desprecio por el sexo opuesto y sus confusiones” (La tía Daniela, Angeles Mastretta)

Con este cuento no puedo dejar de pensar en la farándula canuta de la iglesia donde crecí, cuando supe que me encontraba en una especie de cuadro de honor que si se le pudiese titular sería: NO TOCAR, PRINCESAS BELLAS Y VIRTUOSAS APARTADAS SÓLO PARA MATRIMONIO …ja!, no pude evitar sonrojarme un poco, en esos tiempos mucho más tímida que ahora, me parecía un tema vergonzoso, pero el hecho de tener una facilidad enorme de tener amigos varones, me permitía enterarme de este tipo de cosas sin ni siquiera preguntar, no existía una diferencia entre encontrarme en medio de un grupo de Tobi o que alguno procurara ponerme al día… niñitos, sus palabras fluían como sapitos en el agua de un pozo de mis tierras.

¿Y ahora qué? Se imaginan lo gracioso que fue vivir 17 años de mi vida con esa etiqueta… donde por más o menos que me gustara un personaje o yo le gustara a él (también me enteraba de esas cosas… ciudad chica, infierno grande) no existía posibilidad de desmarcarme…

La verdad, esto lo considero tremendamente mágico, ya que siempre me propuse ser un regalo… jajaja ¿cómo un regalo? Un pequeño obsequio para aquel príncipe azul (para “él” no por ser perfecto, sino que por ser azul) evitando tener historias cuáticamente amorosas, y así ceder mi inexperiencia a ese tipo especial, que claramente al aparecer provocará una lluvia de challa azul, un sonido de hojas secas, una sensación de guatita al aire, un dormir tranquila, un estudiar sin interrupciones, una mediana preocupación por su vida y realmente la detención del tiempo por un instante. Estoy segura de que no me ocurrirá lo mismo que a la Tía Daniela (aunque nos parezcamos un poco).

Cuando suceda esto, puede que agradezca el hecho de no sentirme tan sancarlina como antes, contentándome por la desilusión de los muchachos que nos agrupan en mujeres de AHORA o para FUTURO…jajajaja

Discúlpenme por no poder dejar de ser un poco romántica!!! , mezclando lo fantástico, irónico y soñador, pero no quise empezar a escribir con pesimismo…jajajaja aunque supongo se vienen historias malas (que triste!!!... pero para esto es el blog) que harán comprender el porque me parece aburrido sancarlitros ahora que me rehabilité de esa situación amorosa de años… cha na na na!!! Eso queda en suspenso para una próxima visita que haga por acá.

Por ahora un gran abucheo para la gente poco romántica y un VIVA!!!!!! Para los que vemos lluvia fantástica de challa azul cuando nos sentimos “enamorados”.

lunes, 1 de junio de 2009

Maldita Candy

Uuuuhh, el amor, que tema más bonitamente-complicado. Para mi, (como contribuyente femenino del blogk) costó encarrilarme en este aspecto, por varios factores que no detallaré ahora, pero que al fin y al cabo se transformaron en verdaderas limitantes. Recuerdo que iba en séptimo básico cuando apareció. Debía una prueba y mi profe se la tomaría en mi curso, en mi sala, en mi fila, dos puestos delante mio. Nunca lo había visto, ni en los pasillos, ni el kiosko, ni en el recreo, ni en los actos, ni en ningún lugar o evento de mi colegio. Esa fue la primera vez que me gustó alguien. Era raro lo que sentía, porque por una parte era tan bonita esa sensación (tan bullada) de las maripositas, del ruborizante-rojo en tus mejillas, y por otra no quería sentirlo, ya que tenía hasta ese minuto una promesa conmigo misma de nunca ceder en ese aspecto, que nunca debía pololear, por una autoconcepción muy negativa del género masculino (que tampoco detallaré el por qué) ... En fin, fue más fuerte que yo. No tenía idea como se llamaba, así que lo denominé de varias maneras. Me parecía graciosa su manera de caminar, me gustaba como se expresaba, intuía que como yo también era muy tímido. Era de agradable parecer, por lo cual imaginaba que tenía detrás suyo a todo el lolerío. Era tan parecido al Terry de Candy o al Celly de Angel la niña de las flores ... he ahí el problema. Como no tenía un patrón, una experiencia de referencia, pensé que todos los niños iban a actuar como estos protagonistas del animé japonés, con todo el sentido romanticón y caballerístico que esas series proponían. Error. Fue complicado romper con esa estructura que uno se arma de los chiquillos, creo que a varias lolitas de mi generación les pasa lo mismo, tenemos súper arraigada la imagen del príncipe azul, el que no se equivoca, que siempre es caballero, que por nada del mundo te haría daño... cosa que se derrumba cuando comienzas una relación amorosa, en donde te das cuenta que los chiquillos si se equivocan (igual que tú), que no son súper-hombres y que les cuesta ser caballeros. Por eso Candy: ¡BUUUUH para ti! por formar en nosotras esa concepción tan errada de la humanidad varonil. Edward Cullen no existe.

jueves, 28 de mayo de 2009

shiver

Aún recuerdo ese bello rostro, esa bella actitud, toda ella bella como ninguna. Fué la causa de una especie de perdición, de todos mis males y de todos mis bienes, que me hacía esperarle como a un perro que espera a la puerta para ser el primero en recibirle cuando llegase. Sí, así me ocurrió una vez, la primera vez de hecho. La verdad es que dudo si es que en verdad fuese ella tan espectacular o encandilante, pero conmigo lo hizo muy bien, casi naturalmente. Lo más divertido de todo esto es que ni cuenta se dió de lo que a mí me pasaba con su presencia. ¿Será que no se fijo en que yo estaba ahí como un idiota por ella o es sólo que yo no me di cuenta de que ella lo sabía secretamente, y sólo se alegraba de que así fuese? Creo que eramos amigos, amigos que compartían diversión, comida, pero nunca llegó a más, y es que puedo decir aún que con todo lo que me pasaba, no fuí capaz de contarle cuál era mi situación, cúales eran mis sentimientos hacia ella. Eso de que como que uno despertara al amor fué casi literal para mí, aunque debo decir que no tenía la intención y hasta las odié por ir en contra del control que me encanta tener. Todo es muy confuso, más estas situaciones que nos confrontan con la estupidez, con la ensoñación, con nuestros miedos y temores. Mi primer amor fué terrible, pero a la vez hermoso. Me mostró otra cara de la vida que yo no había visto jamás. Un cambio rotundo en la forma de ver las cosas, me llevó a conocer más allá, a descubrir. En algunos sentidos lo detesté por llevarme a situaciones que me resultan vergonzosas y humillantes, pero al fin y al cabo soy un ser humano, esto me devuelve mi humanidad. A pesar de lo traumática de esta experiencia aún la recuerdo con cariño, a pesar que halla como desaparecido de mi vida... Dedicada para todas aquellas que han sido indiferentes para conmigo en estas materias...

viernes, 22 de mayo de 2009

canción triste

Hola, no sé si amerite presentación, no sé si siquiera si deba presentarme, pero de todas formas lo haré. Es cierto que las canciones de amor son lindas, si que lo son. Pienso que son las mejores que existen, sin importar demasiado género musical (porque las buenas canciones suenan bien de cualquier forma, solamente que se interpreten limpiamente). Algunas me hacen imaginar una historia romántica imposible, otras son más convencionales y en realidad no son muy rebuscadas, pero muchas veces terminan en ese ansiado feliz final. Unas cuantas evocan toda una vida en tu mente de amor, casi te enamoras del artista (aunque algunos y algunas personas si lo hacen...), son tan reales... Y aunque encontremos personajillos que no las aguanten, con todo esto es imposible pensar siquiera en terminar de aceptarlas en nuestras radiocassettes, cassettes mismos, o en alguna canción de micro. ¿Que seria de aquellas historias de parejas que cuentan con SU CANCIÓN DE AMOR? Ahora bien, todo lo anterior es alentador, nos pinta un alagueño panorama del amor para nuestra ciudad con bellas tonadas, por lo general agradables al oído, que no dejan de esperanzarnos con respecto al futuro de nuestras vidas añorando el día que nos encontremos con aquel ser soñado ya en estas canciones, a quien amaremos y nos amara para siempre. Aaah, que bonito... Lamentablemente quiero contar la parte B de este asunto y que sin embargo es la más importante: las tristes canciones de amor (o más bien de desamor) existimos, y seguimos aún vigentes. Yo no sé que pasa con el amor, es tan extraño. La cuestión es que parecieran como sacados de cuentos de hadas aquellos temas acerca de las diferencias entre un hombre y una mujer que se les hace imposible estar juntos, pero que aún asi lo logran. Simplemente es como para ver que la fe existe. Yo no digo que sean irreales algunas ciertas historias, pero el tiempo me ha dado bastante crédito. No lo digo con ánimo de querer que se acabe la ilusión, a pesar de que muchas veces se quede en eso, sólo en ilusión. Digamos que yo no exitiría si no hubiese historias de amor que inician como las anteriormente mencionadas, las cuales no llegan a buen termino. Me aferro a esta vitrina para mostrarme tal cual soy, para representar a todas aquellas cosas odiadas, pero que ocurren igual. A pesar del sacrificio, del deseo sincero, del amor incondicional, que a la larga debe dejar en el olvido a aquella persona ideal que no correpondió su amor. Hablo de los que amaron, de los que aman, de aquellos no correspondidos, de aquellos ignorados, despreciados, tal vez algo lerdos, tímidos, pero buenos que al fin y al cabo esperan ese día que se lleve su melancolía o nostalgia del esquivo amor. Yo represento a todos aquellos heridos de amor (que suena como heridos de guerra), aquellos incomprendidos, que tienen el consuelo de escuchar aquel tema cebolla (si, asi me llaman algunos que desconocen la profundidad de mi existencia) que describe tu situación y la entiende como nadie. Aún con todo esto y sabiendo que te soy de compañía en aquel momento difícil del desamor, en mi corazón siempre esta el deseo de que tengas ese lindo final de las canciones mamonas (si, porque asi les llaman a ellas). Bueno, mientras no llegue aquel alegre momento que te eleve a los cielos, que te sirva de consuelo mi triste presencia...