lunes, 3 de agosto de 2009

¡¡Basta de idealización!!

Debo reconocer que esto lo escribí hace algunas semanas atrás cuando estaba lejos de la capital, pero aún no tenía ganas suficientes de publicarlo, pero hoy, especialmente hoy cuando me angustia mi cobardía deseo cerrar ese largo pasaje de mi vida, para dar absoluta cabida a lo que estoy sintiendo, incomparable a nada ni nadie… este personaje que hoy se plasma en esta historia quedará nuevamente guardado y creo que para siempre.

“Ella” no podía estar sin encantarse con la perfecta sonrisa especial de dientes algo chuecos en la mandíbula inferior que le hacían sentir sonidos de mandolina en su garganta, indiscutiblemente parecía ser la encarnación de Ben Hur… guapo, hipnotizador, demasiado fascinante… para "ella”.

Por otra parte “él” tenía ese afán de quererla, de mostrar preocupación en sus decisiones, aciertos y errores, de respetarla con la distancia suficiente para no embriagarse de respiración. “Ella” creció dejándose sorprender con aquellos detalles que probablemente “él” no preparaba con la finalidad de encantarla, pero los globos, los consejos, los regaños, las miradas y esas dosis de sonrisas (sólo comparables a la de Shane West, en “Un paseo para recordar”) no hacían más que intoxicarla de amor.

Siempre poeta, encerrada en sus cuentos de idealización y en su búsqueda constante del soneto perfecto hacían de cada conversación un azul y escarchado tesoro.

Después de algunas reuniones(donde “ella” no podía dejar de mirar el cuello esplendoroso de quien estaba a la distancia perfecta para notar detalles que sólo en algunos varones se suele notar) la llevaba a casa, y como en una época olvidada por los jóvenes actuales, bajaba antes que “ella” para recibirla como si una dama bajase de su carruaje… si lo miramos de lejos podemos ver a un joven avergonzado que no desea desaprovechar la cercanía necesaria para abrazar a una muchacha más bien despreocupada de vestir como princesa, las zapatillas con falda y polerón igual se ven bien para su percepción… -si cerramos los ojos e intentamos sentir lo que esta pasando, todos notaremos que “ella” encontró un nuevo verso para su creación-...

A pesar de la existencia de este varón idealizado (o mejor dicho enchulado o emperifollado), ella igual se encantó de otros muchachos, sin embargo, cualquiera quedaba de lado cuando lo veía; podemos decir que “él” era un mar donde finalmente desembocaba cualquier riachuelo de apego que intentaba fluir en otra dirección.

¿Pero que sucede cuando en nuestra vida existe un AMOR superior a cualquier idealización? Un compromiso de Amor que nos pide una demostración tangible de fidelidad. Creo que cuando te has dejado llevar por su voluntad, es Él quien finalmente toma el control. “Ella” en obediencia a su Amado Eterno tuvo que viajar muy distante de aquel varón con morisqueta amable, pero como cualquier boba mortal no olvidó empacar un recuerdo imborrable de su amor.

Ya lejos no podía dejar de anhelar un reencuentro y cuando este ocurría empezar a soñar con uno futuro, pero las lagrimas poco a poco empezaron a extinguirse y el corazón a apasionarse (de una manera inexpresable) de aquel Amado que llegó en el momento preciso para marcar un limite entre lo terrenal con lo Real.

Ya son casi 2 años a la distancia

Pero 2555 días de ilusión no se olvidan tan fácilmente…

Hoy, “ella” le ha visto nuevamente…

Recibe su saludo, su expresión de alegría, su caballerosidad…

Pero…

No tengo el deseo suficiente para dejar que “ella” regrese…

No quiero abrazarlo…

No quiero extasiarme con su respiración…

La distancia me ha entregado el valor de aquella Pasión que no necesita ser perfeccionada ya que lo es infinitamente.

Y ya que el corazón ha sido clausurado por más de un año para poder exterminar por completo la idealización… puedo lentamente atreverme a crear nuevos cuentos tan malos y reales como este blog, permitiéndome de vez en cuando (sólo cuando viajo a mi buen y romántico San Carlos) mirar esos dientes que me encanta sabiendo que no tendré su sonrisa todo el día en mi mente.